viernes, marzo 11, 2011

No existe, lo invento.

A veces me siento inundada en un mar de merengue y miel;

parecen arenas movedizas
parece que me hundo y que no podré volver a salir a tierra firme.
A veces siento que es un lecho precioso donde me puedo mecer suavemente contigo y gozar por unos momentos. Otras, es como un agujero en el tiempo.

A veces siento que el preciso precioso momento se convierte en un odioso tormento.
A veces creo, pienso y siento que la libertad se me escapa y me vuelvo presa de la culpa por este invento nuestro.

Amoroso intento que va de un sí quiero pero no puedo, a un no quiero pero sí puedo, de un no quiero y no puedo... y de ahí a un... ¿qué puedo?


Y la vida fluye y el amor no existe...

No hay tal complemento, no hay tal sentimiento...
Yo lo invento y me permite llenar el vacio que –en ocasiones- padezco.

Observante

Obsesiva la mirada la agudeza del oído la mucosa que percibe y el silencio de mis labios todo esto me describe, ...