domingo, diciembre 26, 2010

De quién hablo mientras hablo?

¿De quién hablo mientras hablo? De un trasmutado racimo de sueños de mis ancestros, de un milenario mito que habita en mi cuerpo, de mil estrellas que han transitado los siglos que llevo viviendo, de las oscuras aguas del vientre materno, de los enormes brazos que me han acunado en otro tiempo, de la voz masculina que me protegió de un mal sueño, de los dulces cantos que acompasaron mi cuna, de la luna y los días de tanta avaricia, de tanto egoìsmo, de mucha miseria... de los días del sol que silente calienta mi lecho, de las noches que oscuras abrazan mi sueño... ¿quién habla en mi? El canto que habita mi cuerpo, la voz que dulce pregona que ama, el corazón que hoy de nuevo se amuralla... ¿quién lo dicta?  Yo,  no quiero.

sábado, diciembre 25, 2010

Construcción, sentimiento, objeción...? el amor...

Hoy, este dìa particular, dìa que cantan los cristianos al amor, ¿qué es el amor?... Cuestión semántica o de construcción.  Cuestión de piel, de química, de neuronas y hormonas, de identificaciones y primeros remedios. Cuestión de falta, de ausencia, de anhelo... de deseo, del más grande deseo. El amor, a sí mismo, antes del amor a los otros.

Y... ¿cómo dice...?

Escucho lo que quiero, divierto las palabras, las secciono y las oblicuo, las reduzco y las aumento, les pongo letras y símbolos antiguos, reminisencias del amor por ahí furtivo,  las desdibujo en mi papel y las engrandezco en mi seno... en mi sentir que desea, en mi deseo que siente, en mi fragante piel que anhela.  ¿Cómo dice?... Casi no escucho, casi invento lo que mi sentido de oido transmite y no, mi cerebro no registra, es mi corazón quien transmuta y no escucha lo que le dicen y sólo se vuelve a cuestionar, tras un día lleno de cielitos tachados de estrellas, ¿cómo dice...?   No lo entiendo... no quiero entender que no puedo navegar por su cielo, que hay cosas que uno no entiende pero son, así son. Llegan de pronto, se asoman, se encienden, me encienden... saturan mi ambiente y luego, luego me doy cuenta que no hay cielitos tachados de estrellas, que sólo hay palabras que a veces lamento. ¿Cómo dice...?  Ah! ya entiendo, qué pena, que cielo tan negro. Mañana habrá nuevo viento.

Observante

Obsesiva la mirada la agudeza del oído la mucosa que percibe y el silencio de mis labios todo esto me describe, ...