martes, febrero 08, 2005

Instrucciones para Llorar y un anexo



Instrucciones para llorar
Julio Cortazar
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Después de leer a Cortazar con sus instrucciones precisas, me cuestiono ¿Cuántas veces después de un llanto copioso nos preguntamos el sentido de haberlo dejado fluir?; ¿Valió la pena?. Más allá de un mero hecho fisiológico lo percibimos ligado a las emociones.
De algo estoy cierta y es que limpia el alma, si no profundamente, por lo menos nos permite seguir con las tareas diarias. Seguramente el motivo que nos llevó a llorar seguirá ahí, pero podremos visualizarlo con mas claridad.
Alguna vez escuché que cuando lloramos con una película es porque no somos capaces de llorar abiertamente por nuestros propios motivos y buscamos uno externo que desencadene la catarsis, como se sugiere en “Las Instrucciones para Llorar”.
Otras veces lloramos porque “no nos cabe el alma en el pecho”, es tan grande el sentimiento de aflicción que se desborda; la salida de las lágrimas hace un poco de espacio para seguir guardando el sufrimiento.
Cuando se “nos saltan las lágrimas” por un hecho enternecedor, demostramos a los demás que somos capaces de sensibilizarnos ante hechos muy humanos.
Llorar por dolor, desesperación, angustia, soledad, alegría, nostalgia, pérdida, o por buscar compasión, la razón no importa. Llorar es una función humana que desahoga, que limpia los conductos para que las emociones fluyan libremente.
Hay otros llantos que encarecen lástimas y son interesados, pero de eso no nos ocupemos porque los que lloren así, aquí no caben.
Aprenderé las instrucciones para que mis sesiones de llanto no sean tan largas ni abrumadoras, tres minutos bastan.

3 comentarios:

  1. La mágica ironía de Cortázar, complementada con una bonita interpretación de las lágrimas. Cierto es que es un desahogo que el alma requiere. Purifica el alma. Tu frase me hizo recordar aquélla que dice: "Un suspiro es aire que sobra por alguien que falta" (quizás nada que ver). Je. Y me cuentas cómo te fue en tu experimento del límite de llanto; aunque por otro lado bien podrías tratar de romper el record de llenar una cubeta de 4 litros (¿o eran 5?).Je. :-)
    Un abrazo.

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  2. Alejandro, Son 4 cubetas, y creoque me inclinaré por esa opción, la de los tres minutos es demasiado poco para mi. Y está muy bueno lo del suspiro, me quedaré sin aire si sigues sin conectarte. Un abrazo

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  3. Anónimo12:26 p.m.

    Yo también creo que es de gran alivio, digamos que si mi alma se limpia con llorar, mi alma está rechinando de limpia, yo padezco de incontinencia lagrimal. Hablando de las cubetas.. yo creo que deberían de ser tinacos mami...
    Au

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